
Nombre original
Aunque se le conozca en muchos países como «Queso Paraguay», la realidad es que su verdadero nombre —y aquel con el que se le denomina en el país— no es otro que «kesú paraguái». Esto debido a que proviene de la versión Guaraní de ambos vocablos.
El primero para designar al resultado de la maduración de leche cuajada, y el segundo por el país que lo vio nacer. Adaptando el cambio de letra final y el acento en la anterior, pues curiosamente, en el idioma guaraní el fonema «y» es emitido de manera distinta al nuestro.
Historia
Como ya debemos saber, el queso fue uno de los aspectos positivos que resultó de la época colonial, pues fue traído a suelo americano por parte de los españoles y su ganado.
Pero lo que marcó un cambio y selló el destino de la creación del queso Paraguay no sucedería sino muchos años después, en un momento en el cual los campesinos estaban acostumbrados a prepararlo.
Justo en ese tiempo, a algún campesino de nombre desconocido pero cuya nacionalidad es indiscutible, se le ocurrió poner en práctica una técnica que solucionara el problema que había notado en la formación quesera del país y del mundo: El queso no duraba tanto como podría.
Entonces, abrió y lavó muy bien el cuajo, colocándolo en un envase con grandes cantidades de limón, para unas horas más tarde tras dejarlo secar, logró mezclarlo con leche cruda. Luego de verificarlo bien, rompió lo que hasta este punto se conoce como cuajada, y le permitió reposar durante algunas horas.
Posteriormente decidió apretarla para extraer todo su líquido y llenar los recipientes con los que hacían el queso. Y es así como a la mañana siguiente estuvo terminada su invención, que permitiría almacenar el queso por más tiempo.