Descripción
También conocido como «fécula», el almidón es un polvo suave, inodoro y de color blanco, que resulta de triturar papa, maíz, trigo o tapioca, para luego mezclar esta pulpa con un poco de agua y dejarle secar, a fin de eliminar todas las impurezas que pudiese poseer.
Éste ha sido empleado desde hace muchísimos años atrás, por distintas civilizaciones. De hecho, existe un papiro que confirma su existencia, pues fue tratado con un adhesivo hecho a base de almidón, y el cual data del 3500 a. C ¿Puedes imaginarte algo así? Sencillamente sorprendente.
Usos del almidón
De manera general, este alimento se emplea para espesar distintos alimentos como guisos y sopas, sin alterar su sabor.
Asimismo, es una constante en la industria cervecera, y en la del papel, pues colabora para incrementar su resistencia. Al igual que sirve para fabricar cajas de cartón, cartón corrugado, bolsas de papel, formar tejidos textiles y cinta adhesiva.
Pero eso no es todo, sino que resulta ser un antídoto eficaz para la intoxicación con yodo.
Beneficios a la salud
No porque no posea un olor o sabor característico quiere decir que el almidón tampoco tenga valores nutricionales. Dejando en claro que este obligatoriamente debe estar cocido, pues genera efectos adversos al consumirse frío o crudo.
Una vez aclarado esto, al incluirlo a nuestros platillos, el almidón nos brinda fuerza y energía para realizar las actividades del día, forma una barrera protectora del ADN, brinda una sensación de saciedad por más tiempo y regula la glucosa en la sangre.