La sopa de ajo es reconfortante y llena de sabor, perfecta para días fríos. Preparada con cebolla, ajo confitado, vino blanco, caldo, sal, pimienta, perejil y queso fresco, es un manjar que deleitará tu paladar con cada cucharada. Disfruta de esta receta tradicional y calienta tu alma con su exquisita mezcla de ingredientes.
La sopa de ajo es un plato reconfortante y lleno de sabor.
Las cebollas y el ajo confitado se combinan a la perfección con el vino blanco, creando una mezcla deliciosa.
Al añadir el caldo y sazonar con sal y pimienta, se logra un sabor equilibrado que deleitará a todos.
Una vez procesada y con el toque final de perejil y queso fresco, esta sopa se convierte en una opción ideal para disfrutar en un día frío.
Ingredientes
2 Cabezas de ajo confitados
1 Cebolla
100 mililitros de Vino blanco
50 gramos de Queso
600 mililitros de Caldo
1 cuchara de Perejil picado
2 cucharas de Aceite de oliva
1 pizca de Sal
1 pizca de Pimienta
Preparación
Paso 1 : En una sartén, se coloca un poco de aceite y se lleva al fuego.
Paso 2 : Se añaden las cebollas con un punto de sal y se sofríen hasta que queden transparentes.
Paso 3 : Luego se agrega el ajo confitado, mezclando bien.
Paso 4 : A continuación, se añade el vino blanco y se espera a que el alcohol se evapore.
Paso 5 : Se incorpora el caldo y se sazona con un toque de sal y pimienta, dejando cocinar la preparación por aproximadamente 10 minutos.
Paso 6 : Una vez lista, se retira del fuego y se procesa con un mixer.
Paso 7 : Después, se añade el perejil picado y el queso fresco.
Paso 8 : Se puede llevar nuevamente al fuego por unos 3 minutos antes de servir bien caliente.